jueves, 30 de junio de 2011

Atenas: Manifestaciones y violencia

Son casi las doce de la noche y en Syntagma siguen a palos. Comentaba que nos esperaba una semana movida, y así está siendo. Las protestas en Atenas son portada en periódicos de todo el mundo y sin embargo me temo que han sido un fracaso.


Ver cómo la Plaza de Syntagma es una batalla campal es muy llamativo y copa toda la información. Policías en llamas, barricadas... es todo muy fotogénico. Sin embargo ha quedado atrás el altísimo porcentaje de ciudadanos que estaba en contra de lo que hoy se votaba en el Parlamento (hablan de un 80%). Y han quedado atrás las protestas pacíficas de los domingos, con Syntagma a reventar con entre 100.000 y 300.000 manifestantes. Todo ha quedado atrás porque hoy han reventado la manifestación. Unas decenas de personas se lían a palos y se va todo a pique.

Desde que llegué a Grecia me sorprendía que tanta gente, nada sospechosa de ser radical, estuviera convencida de que la policía está implicada en los altercados de las manifestaciones, y he de decir que no les daba mucho crédito. Sin embargo últimamente mi opinión está cambiando. No digo que los violentos sean policías disfrazados, pero viendo los sucesos uno empieza a sospechar que hay cierta complicidad entre unos y otros.


Me llama la atención que los miles y miles de policías desplegados hoy por Atenas no sean capaces de detener a los alborotadores cuando comienzan los problemas. Como me llama la atención que durante horas y horas se repita la misma secuencia de media docena de policías en avanzadilla al centro de la plaza, dejándose apedrear un rato mientras los fotografían y volviendo luego a sus posiciones. Recuerda a los “falsos robados” de las revistas del corazón. También me sorprende que contra estos violentos, perfectamente equipados con cascos y máscaras antigás, el principal recurso de los policías sea utilizar gases lacrimógenos. Gases que solo perjudican a los manifestantes pacíficos que no van equipados.

Suena a teoría de la conspiración, pero me da la impresión de que hay cierta connivencia entre los grupos violentos y la policía que los deja actuar libremente. Lo cierto es que unos buenos disturbios son capaces de destrozar una manifestación multitudinaria. Pacíficamente estoy seguro de que hoy podrían haberse juntado allí medio millón de personas. En su lugar tenemos los medios llenos de fotos de los disturbios. Una pena.

NOTA: Como no he estado allí y parece que lo que tiene morbo son los palos, ilustro con unas fotos cogidas de Flickr con licencia Creative Commons.

domingo, 26 de junio de 2011

Semana movida en Atenas

El próximo martes 28 de junio se votarán en el Parlamento griego las nuevas medidas de austeridad que Grecia ha acordado para recibir el nuevo rescate de 12.000 millones de euros. Como respuesta hay convocada una huelga general de 48 horas durante los próximos martes y miércoles.
Para ir abriendo boca, llevamos toda la semana con huelga de DEI, la compañía eléctrica nacional, que está suponiendo que se produzcan cortes de luz por todo Atenas. Ayer al llegar a casa no tuvimos electricidad durante casi dos horas y hoy mientras estaba cocinando se ha repetido el corte, que ha durado otra hora y media.

Syntagma el viernes a las 3 de la mañana. A todas horas hay gente concentrada.

El pasado día 15, cuando se votaba la moción de confianza a Papandreu, se convocó una huelga general con la idea de intentar bloquear todas las entradas al Parlamento y con ello evitar que se realizara la votación. Ocurre, sin embargo, que el Parlamento es bastante grande y está rodeado de un complejo todavía mayor. Harían falta cientos de miles de personas para conseguir bloquearlo, así que no lo que no lo consiguieron.

Desde la terraza vi cómo un reducido grupo de personas intentaba bloquear una de las calles que da acceso al Parlamento. Y cómo a pesar de ser un acto pacífico más de uno se llevó un porrazo y los gases lacrimógenos llegaron hasta el tercer piso donde estaba. Estos vídeos los grabé con mi teléfono:




Las nuevas medias de austeridad son muy criticadas por la mayoría de la gente que conozco, que piensa que están desmantelando todo el Estado para ponerlo en manos extranjeras, principalmente alemanas, sin que realmente se esté atajando la raíz del problema, ya que los políticos corruptos que lo han provocado no van a ser los que ahora tiren de la manta para destaparlo todo.

Hace poco El Mundo publicaba el artículo "El jardín de las delicias griego", hablando de algunas de las cosas sangrantes que por aquí se vienen comentando desde hace ya meses. Precisamente esas son las cosas que veo que muchos griegos están de acuerdo en cambiar y que sin embargo van extramadamente lentas, mientras que las privatizaciones, recortes en los sueldos y subidas de impuestos cada vez van más acelerados. Ahora los medios anuncian una subida de impuestos y la creación de una "tasa solidaria" de entre el 1 y el 5%.

Veremos qué pasa los próximos días. Supongo que lo más probable es que se aprueben las medidas y todo quede así (de momento), pero la oposición no está por la labor de votar a favor y desde Europa están diciendo que si no las apoyan los principales partidos griegos no darán el rescate, aunque a estas alturas bastante gente piensa que quizá sea lo mejor para poner un punto y aparte.

 "La violencia más grande es el paro y los despidos"

jueves, 9 de junio de 2011

Contra la crisis

Hablando de Grecia con quienes conocen la situación griega casi siempre se acaba con que los políticos son unos ladrones y que ahora el pueblo no tiene por qué pagar su fraude y corrupción. Tienen toda la razón, pero eso no quiere decir que haya que dejar de preguntarse cómo se ha llegado a esa situación. Cómo es posible que políticos que todos sabemos corruptos, ganen y vuelvan a ganar elecciones. “Absueltos por las urnas” dicen algunos. Y la respuesta me temo que es terriblemente sencilla: porque mientras las cosas han ido bien, nadie ha querido mirar qué es lo que había detrás. Así se infló la burbuja inmobiliaria en España. Así Jesús Gil llegó a ser el alcalde más popular del momento y así se han sucedido un sinfín de despropósitos similares, mezcla de populismo y resultados espectaculares a corto plazo.
¿Cómo puede ser? ¿Es una cuestión de egoísmo? Cada cual se ocupa de sus intereses individuales, sin que haya una unión ni una conciencia de grupo. Mientras a mí me vaya bien, qué más da lo que pase con los demás fuera de casa.
Protestas el pasado domingo en Sintagma. Hablan de 200.000 manifestantes
Las protestas de España, las que ahora tenemos cada día en Grecia, son fruto de un enorme descontento con la situación actual. Se pide democracia, pero a veces me temo que la única razón que lleva a que haya tanta gente ahí y tengan tanto apoyo son los problemas individuales, o como mucho de la familia o amigos de cada uno. Cada día muere mucha gente de hambre en el mundo, y estoy seguro de que si hubiera un clamor mundial por erradicarlo se solucionaría en poco tiempo, pero no es así. ¿Nos falta conciencia de grupo?
De momento el consenso de mínimos al que se llega es el factor de unión popular más universal: el enemigo común, que en este caso los políticos. Y probablemente sea 100% cierto, pero no nos podemos quedar solo ahí. Si no hay una conciencia de grupo, si la sociedad no tiene claro que hay que dejar de mirar a los resultados para mirar a las causas, mientras el objetivo de cualquier protesta sea “solo” tener un trabajo o que a mi familia le vaya bien, estamos condenados a que ínfimas mejoras sociales acallen cualquier atisbo de cambio.
Dice un amigo que para que cambie algo hay que llevar la crisis a sus últimas consecuencias. Sobrepasar el límite que el poder tenía calculado para que realmente haya un cambio de verdad en el sistema. Pero nos sigue faltando una conciencia colectiva, un pensar más en los vecinos y menos en uno mismo, y eso está tardando más en llegar.
 
Es indispensable más democracia, pero como también lo es que los ciudadanos nos preocupemos más por lo que se hace. Democracia no puede consistir en delegar cada cuatro años en políticos profesionales para coger el Marca y despreocuparse, sino que la transparencia democrática ha de estar seguida de una conciencia permanente por parte de todos de que si queremos el gobierno del pueblo, es indispensable que el pueblo gobierne y no se deje gobernar. Aunque sea menos cómodo.

Colina del Pnyx, donde se desarrollaba la Asamblea.
Podemos decir que aquí nació la democracia
El otro día me contaban que en la Atenas Clásica los funcionarios eran los propios ciudadanos, elegidos por sorteo y relevados cada año. Me pareció un concepto interesante el intento ya entonces de evitar la profesionalización de la política y su control por determinados grupos. Hace más de 2000 años y ya tenían los mismos problemas, e incluso algunas soluciones que hoy parecen revolucionarias. Con lo que hemos avanzado en unas cosas, en otras a veces parece que estamos en la edad de piedra.

jueves, 2 de junio de 2011

Empezó la #GreekRevolution

Hace unos días hablaba de mi sorpresa ante la importancia que había tomado lo que comenzó en Madrid como un pequeño grupo “antisistema” que decidió acampar en Sol. Los hechos siguen su curso y aunque el eco de las propuestas tardó un poco más de lo que esperaba en llegar a Grecia, ya lo tenemos aquí en todo su esplendor.


Creo que fue el pasado miércoles 26 de mayo cuando empezó a reunirse la gente en Syntagma. Como en Madrid, la cosa fue avanzando poco a poco, y durante el fin de semana alcanzó su máximo esplendor. Llegué sobre las nueve de la noche del domingo a casa de pasar el fin de semana en Belgrado (tema que espero que conduzca a otra entrada si no me puede la pereza). El autobús del aeropuerto desembarcó a todo el pasaje en mi parada porque “había manifestación” y nada más llegar a casa miré en Ekathimerini qué estaba pasando. Hablaban de 100.000 personas en Syntagma, así que allá que me fui con Bea para verlo en persona.

Llegué sobre las once y ya no debía haber tanta gente como unas horas antes, pero aun así era espectacular. Toda la plaza repleta de gente, y lo mejor, todo el mundo con una actitud totalmente pacífica. Creo que es la primera vez en Grecia que veo tantos policías tan tranquilos. En una ciudad donde no es raro cruzarse con ejércitos de antidisturbios, o llegar a Syntagma y empezar a llorar por los restos de gases lacrimógenos, una manifestación tan grande y totalmente pacífica supone un enorme cambio.

 Manifestantes el domingo 29 en Syntagma

Durante esta semana he pasado varias veces por Syntagma, que me queda a unos quince minutos a pie de casa y continúa habiendo bastante gente, aunque no tanta como hubo en el fin de semana. El próximo sábado hay convocada una manifestación importante de los sindicatos que es posible que sea un punto de inflexión en las protestas. Por un lado es de esperar que el ambiente pacífico se contagie, acuda muchísima gente y sea un símbolo importante de la indignación griega de las medidas salvajes que pretende tomar el Gobierno para salir de la crisis. Por otro lado se teme que determinados sectores, o incluso manifestantes infiltrados provoquen altercados violentos que desprestigien al nuevo movimiento pacífico y sirvan de excusa para expulsar a todos de Syntagma. 

 Alrededores de Syntagma. Al fondo, los típicos autobuses de los antidisturbios atravesados en Vasilissis Sofias, una de las calles principales de Atenas

Desde luego habrá que seguir lo que pasa el sábado y, en general, cómo se sigue desarrollando la situación en Grecia. Cada vez se anuncian nuevas medidas que afectan seriamente a los ciudadanos que ya han sufrido un serio incremento de los precios y un empeoramiento de las condiciones laborales y los sueldos. Al contrario de lo que mucha gente cree en España, tengo la sensación de que muchos griegos están de acuerdo en que se emprendan determinadas reformas como la remodelación del sector público, incluyendo la reducción de funcionarios, y la reducción del salvaje gasto militar. Sin embargo a lo que parecen dispuestos es a dejar que les desmantelen el Estado Griego que por otro lado tanto ha costado conseguir, ni a permitir que les dejen con un poder adquisitivo digno de un país subdesarrollado.

Por poner unos ejemplos, a principios de año el transporte público subió un 40%. La gasolina en Grecia probablemente sea de las más caras de Europa, con el litro de Eurosuper 95 a 1,70€ mientras en España imagino que andará por 1,35€. Una de las últimas noticias es que el Gobierno pretende que el gasóleo de calefacción tenga las mismas cargas que el de automoción, es decir, que cueste a unos 1,40€ el litro, creo que más del doble que lo que cuesta actualmente.

Ya se está hablando de realizar movilizaciones mundiales. Vienen cambios muy duros y está claro que los ciudadanos van a intentar defenderse.

miércoles, 18 de mayo de 2011

Mientras tanto en Madrid...

Antes de venir a Grecia recuerdo que comenté a varias personas que, aunque no sea un país muy próspero, al menos si empezaba una revolución en Europa iba a estar aquí para verlo. El ambiente del que se tenían noticias era muy reivindicativo y las innumerables manifestaciones y huelgas parecían ir a peor a medida que iban llegando los recortes.

Pues parece ser que ni eso. Ahora que estoy en Grecia, la revolución está empezando en Madrid.

He de decir que era lo último que me esperaba de la manifestación del 15-M porque en otros casos protestas similares no han tenido mucho seguimiento y sin embargo ayer, cuando empezó a coger fuerza por Internet la idea de generalizar la protesta y sostenerla durante esta semana, me di cuenta de que algo gordo se estaba gestando. La puntilla la pusieron al desalojarlos durante la madrugada, provocando que la indignación se multiplicara.

Habrá que ver qué ocurre a partir de ahora, pero ver a miles de personas protestando hace que recupere la confianza perdida. Y el hecho de ver cómo la mayoría de la prensa ha intentado ignorar y pegar todos los palos posibles al movimiento, es señal de que algo va bien. Ladran, luego cabalgamos.


domingo, 15 de mayo de 2011

Policía en Grecia: Cazando mitos.

Hace tiempo alguien me dijo que en Grecia había tanta policía como en España, para una población que no llega a ser ni la cuarta parte de la española. Y la verdad es que me lo creí, porque basta con salir a la calle para encontrarse policías casi por cada esquina, sin hablar de la zona de Exhargia (donde por cierto está tomada la foto que encabeza esta entrada), que casi siempre está rodeada de policías y/o antidistubios en cada esquina.

Basta con ir a Eurostat para obtener las estadísticas de número de habitantes y de policías para encontrarse con la sorpresa: En Grecia hay menos policías por habitante que en España:

martes, 15 de febrero de 2011

Atenas-Salónica en tren

Ayer vine de Salónica en tren tras pasar el fin de semana en la segunda ciudad de Grecia, aunque de la ciudad hablaré mejor en otra entrada.

Para ir a Salónica hay tres opciones básicas: avión, tren o autobús. El h
echo de que tuviera que ir forzosamente este fin de semana hacía que no tuviera flexibilidad para elegir aviones, por lo que los precios se me iban de las manos (a partir de 140€ i/v). El autobús, que cuesta unos 65€ tarda más de seis hora. Demasiada paliza para el cuerpo y bueno, otro día hablaré de los autobuses… así que quedó como opción preferente el tren.

En uno parecido a este me fui a Salónica
Imagen de Wikipedia con licencia CC

Hay tres tipos de trenes para hacer Atenas-Salónica. A partir de unos 60€ i/v que cuesta el normal que tarda seis horas hasta los casi 90 que pagué por el Intercity Express con tal de hacer el trayecto en poco más de cuatro.

La primera dificultad fue conseguir el billete. Por supuesto no venden los billetes por Internet (con eso ya contaba), pero es que tampoco los venden en las agencias de viajes ni en ningún sitio que no sean la estaciones centrales y las oficinas de la compañía (que solo abren hasta las 14 h). Más increíble todavía es que en Internet no se puedan consultar ni siquiera los horarios, ya que la página de OSE, que en inglés lo único que tiene es la información corporativa, en griego tiene un menú para buscar los trenes que no conseguí ver funcionar en los 10 días anteriores a mi viaje.

Tras la llamar varias veces para averiguar los horarios (aunque parezca mentira la mejor manera de averiguarlos es mirar en una página no oficial donde alguien colgó un horario escaneado del año pasado) y dónde comprar el billete voy un día a la estación a conseguir el preciado papel.

Atenas tiene dos estaciones centrales. La del Norte se llama Lárissa y aunque cubre quizá más de la mitad de Grecia tiene un vestíbulo más pequeño que el de muchos apeaderos de Cercanías. Nada más llegar, el dilema: Hay unas ventanillas para comprar los billetes del mismo día, otra para comprar los billetes para una línea en especial y las paradas intermedias, otra para los billetes internacionales y otra para los interurbanos… ¿y los billetes nacionales para cualquier día? Pregunto en información y la verdad es que doy con un hombre muy competente, que me explica los horarios y los precios, y además habla español. Me indica que tengo que comprar los billetes en la ventanilla que pone “internacional”. Con dos cojones.

Unos días más tarde me planto en la estación unos 20 minutos antes de la salida del tren. La verdad es que me sorprendió bastante que, aunque exteriormente tenía una pinta bastante fea, el interior del tren es bastante cómodo y nuevo.

Sin razón aparente, y pese a haber salido en hora y no haber hecho ninguna parada rara, a la ida el tren llegó con 45 minutos de retraso que Luis y Bozena, que habían ido a recogerme a la estación aguantaron estoicamente hasta que llegué. A la vuelta, más de lo mismo: habíamos salido de Salónica sin retraso y el tren no se detuvo fuera de las paradas previstas. Sin embargo llegamos a Atenas con una hora de retraso.

Durante el viaje oí discutir a varias personas, puede que con el revisor, pero no me enteré de la razón. Lo cierto es que a partir de entonces empezó a hacer frío en el tren (sospecho que nos apagaron la calefacción). Intuyo que todo debe estar relacionado con el hecho de que este fin de semana cancelaran todos los trenes internacionales y la reducción de plantilla de más del 50% que parece que van a hacer en la empresa pública de ferrocarriles.

Cuando bajé del tren no daba crédito a lo que veía. Un grupo de pasajeros estaba increpando al maquinista, que a su vez se lo tomaba con bastante calma. Hasta que cerró la puerta de la locomotora de un portazo y uno de los pasajeros la volvió a abrir de un golpe.

Pasajeros increpando al maquinista

Saqué la cámara e hice algunas fotos como pude. Por un momento pensé que la turba enfurecida iba a asaltar la locomotora, pero parece que la cosa quedó ahí, aunque mientras estaba esperando junto a otros cientos de pasajeros para coger un taxi (al llegar con retraso ya habían cerrado el metro) llegó un coche de policía a “vigilarnos”.

El sablazo del taxista cogiendo a varios para el mismo destino y cobrándonos a cada uno lo que le dio la gana tampoco me lo quitó nadie.

El maquinista fumándose un cigarro
mientras yo pensaba que la gente iba a tomar la locomotora

Conclusión: a pesar de que no haber huelga, a pesar de que una de las razones por las que había comprado el billete de tren era porque salía más barato ir a la estación en metro (1,40€) que ir al aeropuerto (8€) la cosa me salió casi igual que ir en avión, y tardando cuatro horas más. Me parece que muy mal me las tengo que ver para volver a ir a Salónica en tren.