martes, 15 de febrero de 2011

Atenas-Salónica en tren

Ayer vine de Salónica en tren tras pasar el fin de semana en la segunda ciudad de Grecia, aunque de la ciudad hablaré mejor en otra entrada.

Para ir a Salónica hay tres opciones básicas: avión, tren o autobús. El h
echo de que tuviera que ir forzosamente este fin de semana hacía que no tuviera flexibilidad para elegir aviones, por lo que los precios se me iban de las manos (a partir de 140€ i/v). El autobús, que cuesta unos 65€ tarda más de seis hora. Demasiada paliza para el cuerpo y bueno, otro día hablaré de los autobuses… así que quedó como opción preferente el tren.

En uno parecido a este me fui a Salónica
Imagen de Wikipedia con licencia CC

Hay tres tipos de trenes para hacer Atenas-Salónica. A partir de unos 60€ i/v que cuesta el normal que tarda seis horas hasta los casi 90 que pagué por el Intercity Express con tal de hacer el trayecto en poco más de cuatro.

La primera dificultad fue conseguir el billete. Por supuesto no venden los billetes por Internet (con eso ya contaba), pero es que tampoco los venden en las agencias de viajes ni en ningún sitio que no sean la estaciones centrales y las oficinas de la compañía (que solo abren hasta las 14 h). Más increíble todavía es que en Internet no se puedan consultar ni siquiera los horarios, ya que la página de OSE, que en inglés lo único que tiene es la información corporativa, en griego tiene un menú para buscar los trenes que no conseguí ver funcionar en los 10 días anteriores a mi viaje.

Tras la llamar varias veces para averiguar los horarios (aunque parezca mentira la mejor manera de averiguarlos es mirar en una página no oficial donde alguien colgó un horario escaneado del año pasado) y dónde comprar el billete voy un día a la estación a conseguir el preciado papel.

Atenas tiene dos estaciones centrales. La del Norte se llama Lárissa y aunque cubre quizá más de la mitad de Grecia tiene un vestíbulo más pequeño que el de muchos apeaderos de Cercanías. Nada más llegar, el dilema: Hay unas ventanillas para comprar los billetes del mismo día, otra para comprar los billetes para una línea en especial y las paradas intermedias, otra para los billetes internacionales y otra para los interurbanos… ¿y los billetes nacionales para cualquier día? Pregunto en información y la verdad es que doy con un hombre muy competente, que me explica los horarios y los precios, y además habla español. Me indica que tengo que comprar los billetes en la ventanilla que pone “internacional”. Con dos cojones.

Unos días más tarde me planto en la estación unos 20 minutos antes de la salida del tren. La verdad es que me sorprendió bastante que, aunque exteriormente tenía una pinta bastante fea, el interior del tren es bastante cómodo y nuevo.

Sin razón aparente, y pese a haber salido en hora y no haber hecho ninguna parada rara, a la ida el tren llegó con 45 minutos de retraso que Luis y Bozena, que habían ido a recogerme a la estación aguantaron estoicamente hasta que llegué. A la vuelta, más de lo mismo: habíamos salido de Salónica sin retraso y el tren no se detuvo fuera de las paradas previstas. Sin embargo llegamos a Atenas con una hora de retraso.

Durante el viaje oí discutir a varias personas, puede que con el revisor, pero no me enteré de la razón. Lo cierto es que a partir de entonces empezó a hacer frío en el tren (sospecho que nos apagaron la calefacción). Intuyo que todo debe estar relacionado con el hecho de que este fin de semana cancelaran todos los trenes internacionales y la reducción de plantilla de más del 50% que parece que van a hacer en la empresa pública de ferrocarriles.

Cuando bajé del tren no daba crédito a lo que veía. Un grupo de pasajeros estaba increpando al maquinista, que a su vez se lo tomaba con bastante calma. Hasta que cerró la puerta de la locomotora de un portazo y uno de los pasajeros la volvió a abrir de un golpe.

Pasajeros increpando al maquinista

Saqué la cámara e hice algunas fotos como pude. Por un momento pensé que la turba enfurecida iba a asaltar la locomotora, pero parece que la cosa quedó ahí, aunque mientras estaba esperando junto a otros cientos de pasajeros para coger un taxi (al llegar con retraso ya habían cerrado el metro) llegó un coche de policía a “vigilarnos”.

El sablazo del taxista cogiendo a varios para el mismo destino y cobrándonos a cada uno lo que le dio la gana tampoco me lo quitó nadie.

El maquinista fumándose un cigarro
mientras yo pensaba que la gente iba a tomar la locomotora

Conclusión: a pesar de que no haber huelga, a pesar de que una de las razones por las que había comprado el billete de tren era porque salía más barato ir a la estación en metro (1,40€) que ir al aeropuerto (8€) la cosa me salió casi igual que ir en avión, y tardando cuatro horas más. Me parece que muy mal me las tengo que ver para volver a ir a Salónica en tren.